Listado de boletínes temáticos
Listado de Boletines Temáticos Proyecto Imataca
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Caracas, 26 de noviembre de 2021.- La experiencia de la Empresa Forestal Indígena Tukupu fue reconocida en la Primera Reunión de la Comunidad Wep Venezuela realizada el 19 y 26 de noviembre. La empresa constituida por las comunidades kariña de la Reserva Forestal Imataca en 2019, estaría considerada para integrar esta comunidad de empresas comprometidas con el empoderamiento de las mujeres en Venezuela, gracias al liderazgo de las mujeres kariña y a su acción innovadora en materia de igualdad de género.
Una mujer, Cecilia Rivas, es capitana general de 11 comunidades kariña de la Reserva Forestal Imataca, rol tradicionalmente asignado a hombres de su comunidad. Su elección y el liderazgo de las mujeres kariña, sustenta un modelo de Comanejo Forestal, clave para la ejecución del proyecto ‘Ordenación Forestal Sustentable y Conservación de Bosques en una Perspectiva Ecosocial’, que ejecuta el Estado venezolano (Minec), FAO y el Fondo del Medio Ambiente Mundial, desde 2016.
Las mujeres kariña han sido garantes de los logros del proyecto que hasta ahora ha restaurado 312 ha de bosque. Los Kariña, manejan una empresa forestal y un territorio de casi 7 mil hectáreas, otorgado en concesión por parte del Estado en 2020, para su aprovechamiento sustentable. La recolección de semillas de especies tradicionales, el establecimiento de viveros comunitarios y familiares, la producción de alimentos en conucos, son prácticas de Manejo Forestal Sostenible y Manejo Sustentable de la Tierra que involucran a una mayoría de mujeres en su ejecución y dirección.
En el marco de la ejecución del proyecto, Tukupu produce alimentos suficientes para abastecer a las comunidades kariña de la reserva y comercializa el excedente en la sede de su mercado indígena, abierto desde septiembre de este año, en Tumeremo, estado Bolívar.
Los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres, WEPs por sus siglas en inglés, se establecieron en 2010 por ONU Mujeres y el Pacto Global de las Naciones Unidas. Actualmente 6 empresas venezolanas integran esta comunidad empresarial que incorpora la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en su sus políticas, programas y estrategia integral. En 2012, FAO aprueba su política de igualdad de género, marco institucional que considera a este principio fundamental para la construcción de sistemas alimentarios sostenibles e inclusivos, y sociedades resilientes y pacíficas.
El cambio climático parece una circunstancia lejana, difícil de comprender y más difícil aún de solucionar, pero en realidad es tan solo el resultado de una serie de acciones; por eso es que es perfectamente posible, además de necesario, que cada uno sume su voluntad y dirija sus pasos al equilibrio del planeta, a su sostenibilidad medio ambiental, económica y social.
Los cambios a largo plazo de los patrones climáticos se han acelerado desde el siglo XIX, se deben principalmente al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, que atrapan el calor del sol y elevan las temperaturas.
Algunos ejemplos de emisiones de gases de efecto invernadero son el dióxido de carbono y el metano. Así, el uso de la gasolina de un vehículo libera dióxido de carbono, pero también lo hace la deforestación de los bosques. Por otro lado, los vertederos de basura son una fuente importante de emisiones de metano.
El objetivo número 13 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es ‘Acción por el clima’, y propone a los Estados, a empresas públicas y privadas, a personas como tú y como yo, adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
Pero ¿Qué puedo hacer yo?
Hay mucho por hacer para combatir el cambio climático y mitigar sus efectos, desde la intimidad de nuestro hogar, desde las cosas más sencillas. Compartimos tres hábitos que puedes adoptar desde ahora:
En la medida en que ganemos más conciencia del uso de los recursos de los cuales disponemos más podremos hacer para contribuir al equilibrio planetario. Venezuela, gracias a sus extensas áreas de bosque tropical, contribuye en gran medida a mitigar los efectos del cambio climático, por lo que conservar la masa boscosa y aprovechar los servicios que ésta dispone de manera consciente, es una labor fundamental para garantizar el bienestar de la Tierra, nuestra madre, nuestro hogar.
En septiembre de 2021, la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios y la necesidad de transformarlos, se expuso la realidad planetaria tras la pandemia por el Covid-19: Alimentos más que suficientes para 7 mil 800 millones de personas, 820 millones de personas padeciendo de hambre, más de 2 mil millones de personas con sobrepeso y obesidad. El 29 % de las emisiones de gases de efecto invernadero procede de la cadena de suministro que lleva los alimentos de la tierra a la mesa. El 35 % de todos los alimentos producidos se desperdicia. Esto representa hasta el 80 % de la pérdida de biodiversidad, el 80 % de la deforestación y el 70 % de toda el agua dulce que se utiliza en el mundo.
Venezuela cuenta con experiencias capaces de inspirar el cambio de los actuales sistemas alimentarios. El pueblo Kariña en la Reserva Forestal Imataca (RIF), protagoniza desde 2016, un proceso de empoderamiento que hoy le permite contar con un entramado comunitario que ha recuperado su territorio ancestral afectado por décadas de degradación y que les ha permitido aprovechar la riqueza del bosque de manera sustentable. Para octubre de 2021, en conmemoración del Día de la Resistencia Indígena en Venezuela, los Kariña demuestran que su resistencia es fundamentalmente cultural, que está en sus alimentos, en la tradición de su siembra, cosecha y preparación, en el saber ancestral que tienen sobre el bosque, su hogar.
En el marco del Proyecto ‘Ordenación Forestal Sustentable y Conservación de Bosques en una Perspectiva Ecosocial’ implementado por el Ministerio de Ecosocialismo con el acompañamiento técnico de FAO y el financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), las comunidades Kariña de Imataca, con el liderazgo de sus mujeres, dirigen la Empresa Forestal Indígena Tukupu y manejan casi 6 mil 500 hectáreas de su territorio para su aprovechamiento sustentable, cuentan con el plan operativo de las primeras 1000 ha y recientemente establecieron su Mercado Indígena en Tumeremo, estado Bolívar.
Justo cuando los Kariña inauguraron el mercado en el que distribuyen cada fin de semana el excedente de su cosecha, en septiembre de 2021, tenía lugar la Cumbre de los Sistemas Alimentarios. En ella se expuso la importancia de mejorar los sistemas alimentarios actuales, la necesidad de sumar ideas nuevas y de aprender de las personas sencillas que integran la cadena de los alimentos, de la siembra a la mesa, como pequeños agricultores, pescadores y pueblos indígenas.
En Imataca, el 41% de las mujeres Kariña conforman la red de recolección de semillas de especies nativas de uso tradicional, ellas cohesionan a las comunidades en el desarrollo de viveros comunitarios y familiares para la producción de plantas forestales y frutales y el establecimiento de plantas en campo mediante sistemas agroforestales en un permanente proceso de capacitación.
Las naciones del mundo miran ahora la experiencia que ha resistido a los grandes y vertiginosos cambios de la humanidad y que ponen en peligro su existencia. Mejorar, transformar, los Sistemas Alimentarios pasa por conocer y emular las experiencias comunitarias, eficientes, resilientes, cualidades que se miran como punto de partida para el cambio propuesto y que se encuentran mayormente en las prácticas ancestrales de pueblos como los Kariña.
OCTUBRE 5, 2020
En mi pueblo Kariña tenemos una palabra para el “compartir”, Mayú. Allí se concentra el deseo de reunión y de disfrute con nuestros semejantes. Este año 2020, gracias al apoyo de la FAO y del Ministerio para el Eco socialismo, pudo ver la luz la empresa forestal indígena Tukupu. La primera iniciativa para la gobernanza compartida del bosque.
Tukupu y el proyecto de ordenación forestal sustentable que nació en el 2016, hoy nos han permitido reunir a la comunidad en torno a una idea en común, son nuestro Mayú. Ahora, los viveros se han convertido en nuestro espacio habitual para construir un futuro diferente, la oportunidad para aportar nuestra voluntad en beneficio de todos.
La realidad que nos ha impuesto el Covid-19 nos ha obligado a adecuar nuestra cotidianidad a un distanciamiento que no conocíamos. Asumimos cada obstáculo, como un nuevo reto que nos va haciendo conocer lo fuertes y unidos que somos como cultura.
A pesar de las restricciones de la pandemia, la comunidad Kariña no ha dejado de avocarse a los semilleros donde se producen las plantas que servirán para reforestar nuestros bosques. Del Kilómetro 50, en la Comunidad de la Esperanza, pasando por Matupo 1, hasta la Comunidad de Botanamo, mujeres indígenas, día a día sin importar las dificultades, demuestran que su compromiso con Imataca no será detenido por la amenaza de la pandemia.
Los Kariña solemos decir, cuando nos reunimos, al finalizar la jornada y hacer repaso por las actividades del día, que muchas enfermedades ya hemos visto pasar a lo largo de nuestras vidas. Pero las enfrentamos de una manera: sembrando.
Sembramos para la humanidad, porque las plantas medicinales que nuestros abuelos y abuelas nos enseñaron a usar para defendernos de lo invisible, están allí, cultivándose en los viveros de Tukupu en las comunidades. Están allí, en las semillas que recogemos a diario y que llueven desde las copas de los árboles empujadas por los pájaros y el viento que nunca deja de sopla
Es por ello que seguimos día a día, sin cansarnos, ni darnos por vencidos, atendiendo a las recomendaciones de los profesores del proyecto, aportando el saber que hemos heredado desde hace mucho tiempo y en espera que el tiempo de las restricciones concluya y volvamos a encontrarnos en Imataca, nuestro techo, el de todos.
Cecilia Rivas, lideresa indígena Kariña. Presidenta de la Empresa de Propiedad Social Directa Comunal Tukupu, primera empresa forestal de los Indígenas kariña de la Reserva Forestal Imataca.
Fuente: El Universal https://www.eluniversal.com/internacional/81817/sembramos-para-la-humanidad
ABRIL 27, 2020
Una particular extensión de bosques protegidos del tamaño de Bélgica se encuentra en la zona sur oriente de Venezuela. Se le conoce como Reserva Forestal Imataca (RFI), la lengua aborigen la llama “lugar donde nacen las aguas”.
Es este el epicentro del proyecto Ordenación Forestal Sustentable y Conservación de Bosques en la perspectiva ecosocial (OFSCB), una iniciativa que recibe el financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en ingles), y se ejecuta a través del esfuerzo del Estado venezolano, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en ingles) y las comunidades Kari’ñas1, habitantes ancestrales de dicha reserva.
La protección de los bosques ha pasado a ser una tarea de primer orden, dentro de los objetivos de desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas y sus mecanismos multilaterales. Especialmente, se subraya la necesidad de gestionar, hacer seguimiento y evaluación de estrategias que apunten al manejo forestal sostenible.
El propio proyecto de OFSCB, identifica que la principal causa de pérdida de los ecosistemas forestales y los servicios ecosistémicos asociados (hábitat para la biodiversidad de importancia global, reservas de carbono y conservación de suelos) es la destrucción y alteración de hábitats naturales por el cambio en el uso de la tierra.
Las actividades productivas tales como la agricultura, la ganadería, los desarrollos urbanísticos, la expansión industrial y la minería son factores que impactan negativamente en la biodiversidad de estos sistemas naturales tan sensibles.
No ha sido casualidad que los esfuerzos de GEF, FAO y el Estado venezolano se centraran en Imataca. La reserva forestal, posee una gran riqueza natural y cultural; alberga unas 2.800 especies de plantas, 450 especies de aves, 153 de mamíferos, 90 de reptiles, 62 de anfibios y 242 de peces. Con una población de 38.199 personas conformada por pobladores indígenas como no indígenas.
Para salvaguardar dicha riqueza, el Proyecto se diseñó sobre la base de cuatro componentes: La creación de un sistema nacional integrado de información forestal (SINIIF), el fortalecimiento de capacidades e instrumentos innovadores para el manejo forestal sostenible, la restauración, conservación y MFS/MST de bosques en zonas afectadas por procesos de degradación y una estricta metodología de monitoreo para medir los avances.
Desde la conceptualización, hasta la puesta en práctica de las distintas herramientas de manejo forestal sustentable, el proyecto de OFSCB han tenido como piedra angular el trabajo conjunto con las comunidades indígenas.
Jesús Alexander Cegarra, coordinador técnico de la iniciativa, lo considera la mayor de las fortalezas.
“la participación de las comunidades Kariñas y pueblos originarios de la región de la Reserva Forestal Imataca, ha sido activa y protagónica desde el momento del diseño del proyecto OFSCB, incluso en la fase de implementación, y en la gestión general de las actividades, de hecho forman parte del comité directivo del proyecto y han participado en prácticamente todas las actividades que les afectan”.
A juicio de Cegarra, la diferencia de los proyectos que contemplan la articulación de las comunidades y los que no, es que los primeros tienden a permanecer en el tiempo.
Otorga una argumentación de peso: “los indígenas son los que viven y habitan permanentemente en la reserva, han sido garantes de la preservación de esos espacios, y se van a quedar allí”.
La asistencia técnica del proyecto, promueve un proceso de capacitación, formación y fortalecimiento de los elementos de carácter técnico y de compromiso ambiental. De esta forma, se garantiza que los beneficiarios cuenten con herramientas para el monitoreo, seguimiento, y aprovechamiento de manera sustentable del recurso bosque.
El proyecto ha contribuido a la mejora de las capacidades de evaluación y monitoreo forestal en estos años, han conseguido ampliar el conocimiento de la biodiversidad en Venezuela, mediante protocolos para la recolección y actualización de datos forestales y realización de acciones específicas, como el catastro florístico y mapeo temático nacional.
Sin embargo, lo que puede considerarse uno de los logros más destacados a esta fecha, es la creación de TUKUPU. La primera empresa forestal indígena de las comunidades Kariñas de la Reserva Forestal Imataca.
Dicha empresa aprobada en 2019, por todo el consejo de líderes indígenas de la RFI, es el punto más alto dentro del compromiso de los socios del proyecto y sus beneficiarios.
6500 hectáreas fueron asignadas por el Estado venezolano a las comunidades indígenas para avanzar en el comanejo forestal, en la Unidad C3, eje Tumeremo-Bochinche en la reserva Forestal Imataca.
“A partir de allí se formuló un protocolo para el control especifico y la implementación de métodos de trabajo para el Manejo Forestal Sustentable por parte de las comunidades indígenas en esas hectáreas. Además se ha avanzado en el proceso de demarcación para hacer el levantamiento del inventario forestal y la intervención, el monitoreo y el seguimiento”, puntualiza Cegarra.
A pesar de las restricciones que impone la pandemia de la COVID-19 en el mundo, y gracias a los procesos previos de capacitación y formación, los indígenas beneficiarios del proyecto continúan sus actividades habituales.
Hacen levantamiento de información en su propia lengua, avanzan en la fase de recolección de semillas forestales y establecen sus propios viveros para aportar material vegetal a la restauración de las zonas degradadas, mejorar sus sistemas agroforestales (conucos) incorporando especies frutales que aportan mayor seguridad alimentaria a las comunidades.
Así lo informa Cecilia Rivas, lideresa Kariña de la comunidad indígena que habita la Reserva Forestal Imataca
Para ella, hablar del proyecto GEF-FAO pasa por reconocer el esfuerzo para dotar a las comunidades autóctonas de herramientas para hacer un mejor aprovechamiento del bosque que habitan por generaciones.
Coincide en que la empresa forestal indígena TUKUPU, es el mecanismo que ha permitido que la comunidad se sienta ya no solo como espectador sino como protagonista del proyecto.
“Creo que uno de los logros más importantes, ha sido animar a las mujeres de la comunidad para participar activamente en las distintas tareas. Ya sea la recolección de semillas forestales, la construcción de los viveros, los talleres y cursos para aprovechar sosteniblemente los recursos del bosque. Tukupu permitió que la comunidad comenzase a creer que era posible avanzar en colectivo para mejorar nuestras propias vidas”.
Sin embargo, aún falta mucho por hacer. Son áreas prioritarias en las que coinciden tanto los representantes de la asistencia técnica como las comunidades Kariñas.
La consolidación del mercado indígena para manejar los excedentes de la producción agroforestal específicamente de los conucos y los productos que se pueden extraer del bosque, es el próximo paso.
En el proyecto se contempla el fortalecimiento de un mercado indígena en la capital del municipio Sifontes, donde se encuentra la reserva forestal. La tarea es lograr el aprovechamiento integral de productos forestales maderables
secundarios y productos forestales no maderables, como fibra, resina, miel, aceite, miel, cera, polen, así como los productos que se obtienen en los conucos, frutos, semillas y el tradicional casabe (un pan circular que se hace con la harina de yuca), para que su comercialización le brinde recursos adicionales a la comunidad.
Para la lideresa indígena, esta iniciativa de GEF-FAO y Estado venezolano y comunidades, les ha proporcionado una oportunidad con la que nunca antes contaron. Sus palabras, así lo resumen:
“Nuestra mayor motivación como comunidad Kariña es demostrarle al mundo que sí podemos avanzar en el desarrollo del proyecto, El bosque es nuestro hogar, lo es todo”, concluye Rivas.
Fuente: http://www.fao.org/venezuela/noticias/detail-events/ru/c/1272993/
MARZO 14, 2020
El Gobierno de Venezuela y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su siglas en inglés) suscribieron tres nuevas cartas del Acuerdo Proyecto Red global para la alimentación, a fin de potenciar la cooperación técnica en esta materia.
El canciller de la República, Jorge Arreaza, y el vicepresidente sectorial de Planificación y Desarrollo, Ricardo Menéndez, encabezaron la comitiva venezolana que suscribió el acuerdo con autoridades de la FAO, en la sede de la Cancillería, Casa Amarilla, Caracas.
Con este acuerdo se fortalecerán las capacidades técnicas del Gobierno Nacional en protección de las poblaciones rurales más vulnerables de los estados Mérida, Trujillo, Portuguesa, Miranda y Guárico, reseña nota de prensa del Ministerio para Relaciones Exteriores.
Los acuerdos se concretaron con la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (Abae), como parte del Proyecto de Ordenación Forestal Sustentable y Conservación de Bosques, por medio del cual se convino la creación de un servicio de suministro de datos espaciales generados por los satélites venezolanos, Miranda y Sucre, asociados a varias áreas de interés de la Reserva Forestal Imataca, para el Sistema Nacional Integral de Información Forestal, así como la formación de personal para el procesamiento, uso e interpretación de datos.
Con la Corporación para el Desarrollo Científico (Codecyt), adscrita al Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, se suscribió una carta de acuerdo para la capacitación en producción agrícola de semillas -reproducción y producción primaria- en el ámbito comunitario, con miras a apalancar la producción de semillas de maíz y arroz, hortalizas y leguminosas en los estados Mérida, Trujillo, Portuguesa y Miranda.
Y finalmente la FAO acordó con el Instituto Nacional de Nutrición (INN) apoyar en el fortalecimiento de los sistemas de monitoreo de la seguridad alimentaria y nutricional en el ámbito municipal, a fin de atender a familias campesinas de los estados Mérida, Trujillo, Portuguesa y Guárico.
El representante a.i. de la FAO en Venezuela, Rolf Hackbart, precisó que el objetivo es impulsar la producción de semillas y el monitoreo de la seguridad alimentaria y nutricional.
«Nosotros como FAO tuvimos dos semanas de trabajo muy intensas y positivas con el Gobierno de Venezuela en varias áreas, en temas estadísticos, en el área de sanidad animal y vegetal, producción de semillas para impulsar la producción en el país. Estamos convencidos como FAO y en nuestro rol de cooperación técnica que producir es alimentar, es vencer», recalcó.
Por su parte, Ricardo Menéndez refirió que en el caso del Ministerio del Poder Popular de Planificación se viene trabajando y estudiando junto al Instituto Geográfico los mapas del uso del suelo y sus procesos de afectación.
«En el caso de la Abae lo que es tener los sistemas de percepción remota del país y poder estar monitoreando las cosechas y su rendimiento. Ahora tenemos soberanía alimentaria, hemos transformado la guerra económica en una oportunidad para tener soberanía alimentaria», sostuvo.
Fuente: Últimas Noticias (https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/politica/fao-suscribe-acuerdos-de-cooperacion-con-el-gobierno-de-venezuela-2/)
FEBRERO 14, 2020
La Empresa Nacional Forestal (Enforestal), adscrita al Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo (Minec), y la empresa indígena Tukupu del estado Bolívar, firmaron un acuerdo para el manejo forestal sustentable en la reserva de Imataca.
El convenio, que forma parte de los proyectos que promueve la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se concretó en la sede central del Minec en la Torre Sur de Centro Simón Bolívar del centro de Caracas, con la presencia de José Díaz como representante de Enforestal, la Capitana General Cecilia Margarita Rivas Maneiro por Tukupu y Jesús Alexander Cegarra por el organismo internacional.
Entre otros elementos del compromiso, que se estima esté vigente durante 10 años, resalta el aspecto social de la etnia Kariña, como principal objetivo para los manejos sustentables de parcelas demostrativas para el tema de carbono, fauna, flora y otras instrumentos que se apliquen en la zona.
En el territorio se trabajarán los viveros comunitarios en el marco de la parte agroforestal alimenticia, la producción de alimentos para la rentabilidad de los pobladores kariñas, la organización de los rebaños, se pretende desarrollar una carpintería y por último se espera recuperar una casa ubicada en Tumero, de nombre Kariña, para instalar el mercado comunal con los fines de comercializar los productos.
Este Ecomanejo es un plan piloto en Latinoamérica y América, contemplado en el Plan de la Patria 2019-2025, que establece la importancia de obtener frutos de la tierra que habitan los aborígenes para propio provecho, con la observación de la preservación del ambiente.
NOVIEMBRE 26, 2019
Este martes instalaron la Red Nacional de Proveedores de Semillas Forestales de Venezuela, jornada en la que Rolf Hackbart, representante a.i de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el país, destacó: “La concreción del esfuerzo que involucra a empresas privadas, organizaciones no gubernamentales, universidades, instituciones del Estado y ministerios de Gobierno resulta no solo importante, sino también estratégico”.
Así lo aseveró el funcionario durante la inauguración del evento, iniciativa promovida de forma conjunta entre el Ministerio de Ecosocialismo (Minec) y la representación de la FAO en Venezuela.
La jornada forma parte de las actividades del proyecto Ordenación Forestal Sustentable y Conservación de Bosques en la Perspectiva Ecosocial que ejecuta la instancia en la nación.
Hackbart precisó que la FAO, como agencia implementadora del proyecto, cuenta con una inversión de “US$ 8 millones de dólares, de los cuales US$5 millones ya fueron ejecutados”.
“Este proyecto se enmarca entre las prioridades de la FAO a través del objetivo estratégico que es aumentar y mejorar el suministro de bienes y servicios procedentes de la agricultura, la actividad forestal y la pesca”, detalló.
Dijo que la agencia está presentando y preparando otros proyectos para Venezuela, “porque el rol de la FAO es proveer cooperación técnica con todos los sectores: gobierno, empresas privadas, ong y academia, algo que resultará de provecho para el país y la región”.
“Estoy muy seguro que Venezuela y sus instituciones podrán ser unos grandes proveedores de cooperación técnica para América Latina”, agregó.
Oswaldo Barbera, ministro del Poder Popular de Ecosocialismo, dijo en el encuentro que la red tendrá impacto “incluso en el cumplimiento de nuestras responsabilidades internacionales en cuanto a la mitigación del cambio climático”.
De ahí que el ministerio se plantea como objetivo estratégico “aumentar la cobertura boscosa del país y profundizar la plantación de especies tropicales”.
Barbera añadió que el Gobierno de Venezuela está en la disposición de dar todo su aporte para consolidar y aumentar las metas propuestas en el proyecto que ejecuta la FAO.
Por su parte, José Giovanni Bastidas, representante de la empresa privada Desarrollos Forestales San Carlos, saludó la instalación de la red, instancia que está llamada a atender “la importante cantidad de semillas que se requieren para el mantenimiento de la biodiversidad. Los resultados deben verse a corto y mediano plazo”.
La Red Nacional de Proveedores de Semillas Forestales tendrá la tarea de producir, intercambiar y comercializar semillas forestales con el objetivo de promover el desarrollo local a partir de las potencialidades particulares de las organizaciones comunales.
El proyecto ha logrado materializar la gestión compartida de los bosques, mediante la creación de la Empresa Forestal Indígena “Tukupu” (Empresa de Propiedad Social) dirigida por el Consejo de Capitanes de la etnia Kariña, quienes tendrán bajo su manejo una extensión superior a 126 mil hectáreas de bosques de la Reserva Forestal de Imataca, al sur del país.
En la actualidad y como parte de las acciones en el contexto del proyecto, la FAO promueve el establecimiento de más de 350 hectáreas de sistemas agroforestales en diferentes estados del territorio.
Dentro de este proyecto, los sistemas agroforestales tienen implicaciones en la Seguridad Alimentaria y Nutricional de los pueblos, promueven un manejo sustentable de los recursos forestales contribuyendo concretamente en la producción de alimentos, tarea que contribuye al alcance de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), específicamente el ODS 2: poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible, reseñó nota proveniente de la FAO Venezuela.
Además de aportar a la consecución del ODS 5: Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas y de igual forma al ODS 15: Vida de Ecosistemas Terrestres, porque contribuye a gestionar sosteniblemente los bosques, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad a través de procesos efectivos de monitoreo, revisión y seguimiento.
Fuente: Venezolana de Televisión (https://www.vtv.gob.ve/semillas-fao-ecosocialismo-barbera/)
Octubre 17, 2019 por Yennifer Ramírez
El Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo (Minec) y la Empresa de Propiedad Social Comunal Directa Indígena Tukupu, suscribieron una Carta de Intención para el Co-manejo Forestal en un área de la Reserva Forestal Imataca, bajo los principios del Manejo Forestal Sustentable, en la población de Tumeremo, municipio Sifontes del estado Bolívar.
Dicho acuerdo, se realizó en el marco del IV Comité Directivo del Proyecto “Ordenación Forestal Sustentable y Conservación de Bosques bajo la Perspectiva Ecosocial (GCP/VEN/011/GFF)”, con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) y el Fondo Global del Medio Ambiente (GEF).
La EPS Directa Comunal Indígena Tukupu está conformada por habitantes de la comunidad indígena Kariñas del sector Bochinche, siendo la primera asentada en la Reserva Forestal Imataca, como actor protagónico del manejo forestal en el país.
Entre los presentes estuvo en representación de la FAO, Jesús Castro; el presidente de la Comisión Nacional de Reforestación (Conare), Adolfo Paredes; el alcalde del municipio Sifontes, Vicente Rojas; la capitana general de la etnia Kariñas, Cecilia Rivas; el director nacional del proyecto, Johan Walter Chacón, entre otras autoridades.
Además asistieron representantes de los ministerios del Poder Popular para Pueblos Indígenas, Ciencia y Tecnología, Relaciones Exteriores, Desarrollo Minero Ecológico, junto a técnicos del Minec y su entes adscritos, Empresa Nacional Forestal (Enafor), Instituto Forestal Latinoamericano (IFLA), Comisión Nacional de Reforestación (Conare), Misión Árbol, Instituto Nacional de Parques (Inparques), efectivos del Ejército Bolivariano de Venezuela (EBV), Guardia Nacional Bolivariana (GNB), capitanes y vicecapitanes de 9 de las comunidades asentadas en ese sector.
Durante el encuentro, además hubo entrega de donativos en enseres, materiales deportivos, uniformes, entre otros implementos, a los habitantes de diferentes comunidades y además se escenificó el baile típico del Mare Mare, a cargo de indígenas de la región.